Los presocráticos: el paso del mito al logos (resumen)
Introducción
La afirmación «El paso del Mito al Logos» es el concepto utilizado por los estudiosos de la filosofía para definir el inicio del pensamiento en Grecia tras una Edad Oscura anterior de la que se tiene poca información.
Este periodo histórico comienza con los llamados pensadores «presocráticos», si hacemos caso de las indicaciones de Aristóteles en su libro Metafísica. Según el de Estagira, fue el aristócrata Tales, ciudadano de Mileto, en Asia Menor, quién al sustituir los principios míticos para explicar el mundo y su origen por un principio “físico”(el agua), inició una nueva forma de interpretar la realidad mucho más acorde con un pensamiento lógico y racional. Fue así como Aristóteles organizó cronológicamente la historia preclásica de la filosofía occidental con inicio en Tales de Mileto.
La visión aristotélica del nacimiento de la filosofía, al menos hasta finales del siglo XIX, se convirtió en fundamento para cualquier libro de historia filosófica. No obstante, en los últimos ciento veinte años, sin que se haya rechazado totalmente el hecho de que con los presocráticos, y en concreto con Tales, diera comienzo la filosofía, otros pensadores e historiadores han precisado todavía más: aún asumiendo a Tales y compañía como grandes iniciadores, han añadido a éstos otros aportes de civilizaciones como la egipcia o la babilonia.
Dónde y por qué aparecieron los presocráticos
Una pregunta que se hace la historia de la filosofía y la historiografía en general es por qué los presocráticos aparecieron en las colonias de la Grecia continental y no en Atenas, la ciudad de mayor importancia de toda la Helade. Para el filósofo inglés Bertrand Russell (1) esto tiene una explicación muy sencilla: las áreas griegas colonizadas en las costas de la actual Turquía (Asia Menor), Sicilia y el sur de Italia o Abdera, al norte en Tracia, eran más ricas que la propia Grecia continental. Esto provocó el nacimiento de una sólida clase aristócrata que, liberada del trabajo ordinario y de su participación en guerras, podía permitirse dedicarse a otra actividad como es el estudio y la investigación. De hecho, cuando Atenas, en el siglo V a.C. se convirtió en la ciudad más rica de toda Grecia, aparecieron entonces grandes filósofos como Sócrates o Platón.
Otro aspecto importante acerca de este periodo tiene que ver con la propia definición de filosofía. ¿Qué les llevó a los presocráticos, desde un punto de vista epistemológico, a actuar de esa manera? Aristóteles, de nuevo, en su Metafísica, asegura que la función y actividad de un filósofo tiene su origen en la necesidad de saber: «Todos los hombres por naturaleza desean saber» (2), y en la admiración: «Pues fue el asombro el que empujó a los hombres a filosofar, tanto en el principio como ahora», nos dice el discípulo de Platón.
Físicos más que filósofos
Como decimos, Tales inicia lo que hoy entendemos como filosofía, aunque tanto el milesio como los que le siguieron después eran más «físicos» que filósofos, pues se centraban en el estudio de la physis, o lo que es lo mismo: la naturaleza. En cualquier caso, estos aportes fueron trastocando, poco a poco y durante dos siglos, la mentalidad de la sociedad griega, la cual produjo una brecha en la civilización occidental comparable con la que hombres como Confucio, Tao o el Buda crearon en oriente más o menos por la misma época.
No obstante, hay que recalcar que aunque todo parece indicar que en un breve periodo de tiempo el mundo mítico sucumbió a uno más racional, esto no ocurrió realmente así. Es decir, no existió una explosión en la conciencia de forma tan espontánea y generalizada sino que aquel momento vino a ser la conclusión necesaria de una evolución anterior.
¿Quiere esto decir que ya había filósofos o físicos antes de los presocráticos? Seguramente sí. De hecho, en las obras de Homero y Hesíodo (3) ya se advierten reflexiones en las sociedades de su tiempo que hoy podríamos llamar presocráticas. Por ejemplo en la Iliada de Homero, el autor asegura que el océano es el «generador de dioses» y «génesis de todas las cosas». Estas afirmaciones le sirven a Aristóteles, siglos más tarde, para sospechar que la idea propuesta por el presocrático Tales de que el agua (o lo húmedo) domina todas las cosas o todas las cosas se originan en ella, es una evolución de la cosmología expresada en la Iliada.
En este sentido, en la búsqueda de una explicación científica al origen del mundo, todos los presocráticos tuvieron algo en común: encontrar las sustancias originales de las cuales todo lo demás se formaba. A este principio germinal del mundo, los primeros filósofos lo llamaron arkhé que tiene varios significados como principio, comienzo, mandato rector, punto de partida o fundamento, todos ellos muy indicados para una explicación del origen de las cosas.
En próximos capítulos, veremos qué elemento o condición le otorga cada pensador presocrático a este concepto.
En relación a este apartado, señalar que el aporte más importante que realizaron los presocráticos fue la producción de una nueva episteme o una nueva forma de conocimiento sobre cómo se relata la historia del mundo y la «sustancia» que lo compone. Además, y aunque es cierto que no abandonaron radicalmente la mentalidad antigua, sí que dejaron atrás las cosmogonías antropomórficas para proponer cosmologías físicas. Es decir, explicaron el origen del universo atendiendo a los fenómenos naturales y no a relatos míticos basados en un panteón religioso.
Los griegos heredan muchas cosas de los egipcios y los babilonios, por lo que no todo lo que dicen es nuevo, sin embargo le dan a esa herencia un potente empuje dotado de mayor lucidez, razón y lógica.
obtenido de https://www.homohominisacrares.net/suplementos/presocraticos/del-mito-al-logos.php
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