La esclavitud, como institución jurídica, es una situación en la cual una persona (el esclavo) es propiedad de otra (el amo). Así entendida, de manera que pasas de ser tratado como una persona a ser tratado como mercancías que pueden ser compradas y vendidas, lo que significa que el individuo deja de tener derechos y constituye una forma particular de relación de producción, propia de un determinado nivel de desarrollo de las fuerzas productivas en la evolución de la economía, según la terminología marxista.
La esclavitud se remonta a la Edad Antigua, aunque no de forma equivalente en todas las civilizaciones. Parece que su origen histórico proviene de la práctica de aprovechar como mano de obra a los cautivos en las guerras, como alternativa a otra posibilidad también usual, ejecutarlos. También fue la suerte de algunos pueblos conquistados. Otra vía para llegar a la condición de esclavo era la esclavitud por deudas1 o apremio individual. El florecimiento cultural de la Atenas de Pericles o de la Roma clásica estaba fundamentado en una economía basada en la fuerza de trabajo esclava. Aristóteles sostuvo que la esclavitud es un fenómeno natural. Con la transición del esclavismo al feudalismo, a partir de la crisis del siglo III, la mayor parte de la fuerza de trabajo ya no era esclava. No obstante, la esclavitud no desapareció, y se mantuvo como una condición social más o menos marginal, según las zonas, durante toda la Edad Media y toda la Edad Moderna, renovándose su utilización masiva durante la colonización de América. El movimiento antiesclavista se desarrolló a partir de finales del siglo XVIII, culminando con la abolición de la esclavitud en la mayor parte de los países del mundo, no sin fuertes resistencias (como la Guerra de Secesión en Estados Unidos).
El Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición se celebra el 23 de agosto, mientras que el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud se celebra el 2 de diciembre. Los tratados internacionales contemporáneos (Convención sobre la Esclavitud, 1926) recogen la prohibición de la esclavitud, que se considera como un crimen contra la humanidad. No obstante, sigue existiendo arraigada culturalmente en determinados países (India, Sudán, Mauritania) y ha reaparecido en otros bajo ciertas condiciones excepcionales, como es el caso de la mano de obra infantil esclava en el Sudeste asiático o determinados tipos de prostitución en todo el mundo.
La esclavitud se caracteriza por el hecho de que una persona trabaja en contra de su voluntad, en condiciones inhumanas y sin derecho a recibir remuneración alguna ni mucho menos vacaciones ni jornadas de descanso. Sin embargo, aunque actualmente muchos países han eliminado la esclavitud tradicional, todavía podemos encontrar lo que se denomina esclavitud moderna, la cual ha dejado de tratar al individuo como propiedad de un señor y ahora el esclavo se encuentra sometido a obedecer órdenes bajo una presión o violencia. Hoy en día se considera que 27 millones de personas son sometidas a la esclavitud. Podemos agruparlas en diferentes tipos:
En primer lugar destacamos los trabajos forzados, los cuales consisten en trabajos que una persona tiene que realizar en contra de su voluntad, lo que implica que debe renunciar a su vida cotidiana para trabajar para otras personas. En este sector encontramos el trabajo forzado con niños. En segundo lugar, la esclavitud por deudas, en este tipo de esclavitud moderna vemos inmersos a personas que para poder pagar una deuda se ven obligadas a trabajar. En muchos casos esta deuda es heredada. A continuación, la prostitución, en la cual predominan las mujeres y los niños, quienes huyen de su país natal con la esperanza de alcanzar un futuro mejor sin saber que finalmente llegarán a ser sometidos a la esclavitud sexual. Y finalmente el matrimonio civil, donde la mujer es obligada a casarse en contra de su voluntad.
obtenido de https://es.wikipedia.org/wiki/Esclavitud
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